La epidemia de COVID-19 es sin duda un reto global y una de las razones principales de la rapidez de su propagación son los avances técnicos que han permitido una rápida movilidad de las personas alrededor del mundo. Sin embargo, la tecnología también es un aliado clave para luchar contra el coronavirus.
Vivimos una situación sin precedentes en muchas décadas, pero también contamos con medios para combatir las enfermedades que no hubo en anteriores epidemias. Y no hablamos solo de tecnología médica, sino de muchos otros aspectos.
Controlar el coronavirus requiere una cuarentena con enormes implicaciones: cese de actividades laborales, aislamiento social, restricciones en actividades cotidianas como acudir al supermercado… pero también es importante analizar cómo la tecnología nos ayuda a superar estas problemáticas.
El problema surge con la capacidad de la red, pues el tráfico ha crecido mucho con millones de personas encerradas en casa. Netflix, YouTube, Disney+, HBO GO y otros servicios que consumen muchos datos han reducido voluntariamente la calidad del vídeo para aliviar la carga.
A la hora de trabajar, las apps de videollamadas son muy útiles para reuniones virtuales, aparte de que existen diversas herramientas para el teletrabajo, incluyendo Office 365 para los documentos, Slack o Microsoft Teams para comunicarse en equipo, y Google Drive o Dropbox para compartir archivos.
Por otro lado, hay herramientas para la educación a distancia, como Moodle, que pueden servir de ayuda. En especial para alumnos universitarios y usuarios con conexiones estables.